Talvez o último post desse blog, e certamente o meu olhar sobre o Japão é um novo olhar…
Aqui onde estou nesse momento, encontrei pessoas e lugares que tinham que passar pela minha vida. Me sinto agradecida!
A seguir, o discurso final do curso feito por Paula Berenger, amiga argentina e companheira de muitas palavras. Também algumas imagens e texturas que me descrevem por agora! Como digo no próximo post, embarco amanhã de regresso e chego no Brasil na segunda-feira. Nos vemos!
“Buenos días Sr. Akida Oida, Sr. Takeharu Shimakawa, Sr. Takayuki Mochizuki, Sr. Masaru Ikeda, Sra. Ueda Kyoko, Sra. Yamamoto Yoshiko y compañeros.
Es un honor dirigirme a ustedes en ocasión de la ceremonia de clausura del curso Educación ambiental mediante experiencias en la naturaleza, como actividades acuáticas.
JICA ha logrado brindar este curso, en cooperación con ILEC y Kankyo Lakers, convocando a participantes de cuatro países de Latinoamérica –Guatemala, Costa Rica, Brasil y Argentina- en la convicción de que el desarrollo de capacidades locales es fundamental para el desarrollo de los países, y me atrevería a decir que es impostergable para mejorar la calidad de vida de los que compartimos nuestro hogar, LA TIERRA.
La guía de la orientación de las primeras semanas de nuestra estadía en Japón nos abrió las puertas a un mundo nuevo, que más tarde, en las calles y el tren, en castillos, templos y santuarios, en eventos culturales y actividades recreativas sentimos en cuerpo y alma. Además de ensenarnos a incorporar algunas palabras del lenguaje hablado, el entrar a la vida cotidiana de la gente de Japón nos desafío a distinguir los símbolos de la escritura y el lenguaje no hablado del cuerpo, las miradas, las risas y sonrisas.
La oportunidad de compartir un viaje tan largo y de escuchar tantas voces no ha abierto nuestros sentidos para tomar el coraje de imaginar y construir un mundo mejor. El contacto con el mar, las montañas, lagos y cascadas, los bosques y los animales, bajo el cálido sol del verano en Japón ha sido un privilegio en nuestras vidas. Las huellas del camino recorrido quedan en nuestros corazones.
En el horizonte donde se esconde el tiempo que quiere ser otoño puedo ver otras montañas, otros lagos y cascadas, más bosques y animales, y nuestra gente, que cada vez es más, SOMOS MAS. Somos mama y papa, somos hermanos, somos hijos, somos Granpa, Shimach, Macha, Ueda San y Yamamoto, somos Carol, Diana, Elena, Cristina, Elen, Margarita, Oli, Manuel y Paula, y todos los nuestros. Aquí y allá compartimos diferentes modos de vivir, de alimentarnos, de vestirnos, de investigar y conocer, de reconocernos en el otro. En parte esos detalles nos hacer ser quienes somos, pero además nos abre camino para ser quienes queremos ser. “Cuando sea grande…” dicen nuestros hijos, “cuando mi país sea mas rico, más desarrollado…” pensamos nosotros, cuando… el futuro llegó hace rato (nos recuerda una canción de rock nacional argentino).
Venía de mi pueblo en la Patagonia y pensaba “voy al futuro”, y aquí, donde el tiempo se dio vuelta, y hasta el cielo de mis noches cambio, me propuse balancearme entre la risa y el llanto, entre escuchar y hablar, entre andar y quedarme. Estamos todos agradecidos por las experiencias compartidas, la guia por los senderos en la naturaleza, los ambientes rurales y las grandes ciudades, la compania en momentos dificiles. No podremos olvidar tantas risas y sentimientos intensos que compartimos, alegrías y tristezas que supimos sobrellevar como una nueva familia que formamos fuera de casa.
Porque todavía quedan muchas cosas para compartir, hasta siempre …” Paula Berenger